Ancient's Playlist

martes, 27 de abril de 2010

Fate/Eternal Bounds - Dia 0 - Preludio - Parte 2

En el camino a la escuela, Tsubaki va contando sobre un nuevo show de TV que lanzaron al aire a mitad de la semana y el cual no me suena interesante por algún motivo. Nunca me ha llamado la atención la televisión realmente. Por el contrario, siempre me he sentido fascinado por los héroes en las historietas y mangas, siendo capaces de salvar a gente en apuros y derrotar a los malos. Se podría decir que se ha vuelto casi una afición mía, por algo la historias que Rin-san nos contaba a Tsubaki y a mi de niños sobre Shirou-San me hicieron admirarlo al grado de querer seguir sus pasos, pero cada vez que decía algo como eso Rin-san sólo se reía y me decía que mejor no lo intentara porque no es algo que sea tan fácil como se escuchara en las historias. ¡Algún día le demostraré que siempre he ido en serio con mi sueño!, ¡No me he esforzado en aprender y mejorar mis hechizos para nada!

-¡Giiiin! ¿Me estás escuchando?
-¡Ah, lo siento, lo siento!, me perdí en mis pensamientos
-A veces eres tan desconsiderado…

Dice Tsubaki con un fuerte suspiro, creo que ella está más acostumbrada a mi forma de ser que nadie así que no puedo hacer mas que ofrecerle disculpas cada que algo así sucede. Finalmente llegamos a la entrada principal de la escuela y nos encontramos con un espectáculo por parte de la vicepresidenta del consejo escolar… no tengo nada en su contra pero siento que ella podría tratar de ser mas comprensiva o cuando menos tolerante con los alumnos. Hay ocasiones en las que me pone los nervios de punta, incluso el hecho de que realmente es bonita es ignorado completamente por su personalidad opresiva ante todo. Tsubaki y yo pasamos de largo el espectáculo y nos dirigimos hacia nuestro salón ubicado en el ala oeste del plantel escolar y entramos a nuestro salón. Mi asiento afortunadamente está al final junto a la ventana, cosa que me da mucha oportunidad para ignorar algunas clases mientras veo lo que pasa en el mundo exterior o incluso dormirme en algunas clases. Frente a mí se sienta el que considero como mi mejor amigo, Hideki Inugami, si hemos logrado ser tan amigos, es por el hecho de que su familia también pertenece al gremio de magos que fue invitado como posibles candidatos para la infame “Guerra por el Santo Grial”. Tsubaki se sienta al otro extremo del salón, hasta el frente del otro lado del salón, cosa que me agrada porque la veo casi a diario y eso nos da cierta distancia que me sirve para evitar ser reprimido cuando me duermo durante clases y cosas así.

Me siento en mi lugar cuando me doy cuenta de que se me olvidó ir a ver al presidente del consejo que me llamó ayer por la tarde diciéndome que necesitaba verme tan pronto fuera posible, así que dejo mis cosas ya que aún es temprano y decido ir a verlo antes de que empiecen las clases. Salgo de mi salón y tan pronto me dirijo hacia las escaleras, siento un golpe en el pecho y casi me caigo de espalda por el impacto pero logro mantener mi equilibrio. Tan pronto mi mente asimila lo sucedido, me doy cuenta de que hay alguien tirado en el suelo. Es una chica con un uniforme un tanto gótico, todo negro con moños rojos, cabello rubio y unos ojos rojos carmesí… ¿Por qué se me hace conocida esta chica?... antes de perderme en mis pensamientos le estiro mi mano para ofrecerle ayuda para levantarse cuando empieza a gritar.

-¡Fíjate por donde vas idio…!

Escucho la voz aguda de la chica regañándome por no ver mi camino y aunque ya me había resignado a recibir todo un sermón, pasa todo lo opuesto, la chica se levanta sin aceptar mi ayuda y… ¿Se disculpa? De haber sido Tsubaki me habría dado un par de golpes en la cabeza cuando menos, pero no es algo que hubiera esperado cuando fue mi culpa por la poca atención que puse al caminar. Luego de que aquella chica desapareciera en uno de los rincones que dirigen a otro pasillo del ala oeste decido continuar mi camino y me dirijo a las finalmente para subir al siguiente piso y voy al “cuartel” del consejo escolar. Tan pronto abro la puerta me encuentro con una escena un tanto cómica: Hana-senpai, la vicepresidenta del consejo escolar, regañando a Daisuke-senpai, el presidente del consejo escolar… lo gracioso del caso es que Daisuke-senpai tiene la cabeza agachada en señal de sumisión, como si fuera un perro siendo regañado por su amo, lo cual cambia tan pronto escucha el desliz de la puerta de mi parte ya que voltea en mi dirección e ignora completamente a Hana con una sonrisa como diciéndome “¡Eres mi salvador!” cosa que solo enoja mas a Hana-senpai pero al ser una visita parece suprimir sus ansias por continuar el regaño y simplemente se sienta de golpe en una silla con los brazos cruzados y los ojos cerrados como intentando controlar su propia ira.

-¡Gin-san!, ¡Que bueno que viniste!
-Claro, ayer me dijiste que tenias algo importante que decirme, ¿No es así, Daisuke-senpai?
-¡Ah!, ¡Cierto, Cierto!

De pronto Daisuke-senpai se dirige hacia un cubículo en la habitación y se escucha como varias hojas se caen dentro del mismo cubículo… podría jurar que al mismo instante pude ver como una vena en la frente de la vicepresidenta resaltaba y sus ojos cerrados temblaban desenfrenadamente. Daisuke-senpai salió de aquél cubículo sosteniendo un sobre particular el cual extendió hacia mí.

-¿Eh? ¿Qué es esto?
-Es una carta de la asociación de magos de Londres

Ante el comentario la vicepresidenta casi salta de su silla al igual que mi sorpresa de recibir una carta de “ellos” de los que mi padre siempre mencionó como un grupo al que no se debía apegar demasiado.

-Me la dio el padre Akira el otro día junto con otras cartas, tal parece que alguna de estas cartas es una invitación a “aquél evento”

La cara de la vicepresidenta se volvió seria completamente, pero sus ojos no se desprendían de aquella carta, pareciera como si quisiera quemarla en el acto.

-No te preocupes Hana-chan, también hay una para ti y otra para mí, pero cada quién tendrá que abrir la suya en un lugar seguro, creo que en eso estamos de acuerdo, ¿No lo creen así?

Simplemente asentí con la cabeza y tomé aquella carta, guardándola dentro del saco de mi uniforme, no era algo que quisiera ir mostrando por todos lados después de todo. Con una reverencia me despedí de los dos y me retiré a mi salón, ya casi era hora de comenzar las clases…

El sonido de la campana marca la hora de la comida, finalmente un rato para relajarme y ponerme al corriente con Hideki, siempre tiene algo nuevo que contar, a veces me pregunto cómo es que le hace para enterarse de tantas cosas… bueno, después de todo siempre ha dicho que el quiere ser periodista así que va por buen camino, supongo.

-¡Hey Gin! ¿Recuerdas sobre el incidente de la semana pasada?
-Creo que si, ¿es aquel en el que encontraron a un grupo de personas que murieron de intoxicación por un escape de gas, no?
-Ese mismo, bueno, hice un poco de investigación al respecto y tal parece que hace aproximadamente 20 años hubieron sucesos similares en gran cantidad
-Ehhh, ¡no sabia que ciudad Fuyuki tuviera esa clase de historia!
-Y eso no es todo Gin, mientras investigaba, descubrí que tal parece que eso de “fallecimiento por intoxicación” es solo una fachada de las autoridades por encubrir algo más aterrador
-¡No me digas que...!
-Me temo que es posible, un hechicero podría estar detrás de esos incidentes

Argh, esas son las cosas que hacen que me hierva la sangre… ¡Que haya hechiceros capaces de acabar con otras vidas como si se tratara de un juego! A veces pienso que me gustaría exterminar a esas personas de la faz de la tierra muy a pesar de que mi modelo a seguir sea el de “salvar a todos los que se pueda salvar”, simplemente porque hay gente a la que siento que no puedo perdonar por mas que lo intente. Si tuviera que participar en aquella sangrienta batalla entre hechiceros, me aseguraré de buscar y cazar a esos malditos y darles una lección. Después de eso se me fue ligeramente el apetito, el coraje de no poder hacer nada me hizo sentir mal. Apenas terminé de comer la comida que traje a la escuela y la campana sonó para indicar el fin del receso. El resto de las clases mi mente se la pasó divagando sobre aquél incidente por lo que no me pude concentrar en los temas que estábamos repasando hasta que finalmente sonó la campana. Terminé de guardar mis cosas para darme cuenta de que Tsubaki ya estaba esperándome en la entrada del salón así que decidí que no comenzaría a preocuparla con ideas mías y simplemente le sonreí y me levanté para acompañarla hasta su casa, aun no había atardecido, era temprano y ella es una hechicera como yo, pero aun así, no puedo evitar preocuparme por su seguridad, es lo menos que puedo hacer después de que ella se tome la molestia de despertarme a diario… aunque sea de una manera muy agresiva…

-Gin, ¿en que tanto pensabas durante clases?
-¿Ehh? ¿Por qué lo dices?
-¡Oh vamos! Te conozco desde pequeños, ¿acaso crees que no me doy cuenta cuando estás preocupado por algo?

Ugh, y yo que quería dejar de lado el tema… eso es a lo que llaman intuición femenina, no cabe duda, es bastante aterrador que puedan leerte tan fácilmente…

-Pues, verás… me llegó una carta de la asociación de hechiceros…
-¡¿QUEEEE?! ¿Entonces tú participarás en esa guerra…?

La cara de Tsubaki demostraba bastante preocupación a pesar de que su mirada se dirigía ahora al suelo. Demonios, quería evitar algo como esto así que mejor digo trato de suavizar las cosas cuando menos.

-La verdad es que aun no lo sé, pero aún si participara, no caeré fácilmente

Mientras digo eso expongo el músculo que tengo en mi brazo derecho gracias al entrenamiento riguroso al que mi madre me ha expuesto desde pequeño mientras sonrío y para mi sorpresa Tsubaki comienza a reírse.

-¿Eh?, ¿Acaso no me crees?
-No es eso, es solo que… me recordaste a Taiga-san
-Ok, acabas de deprimirme…
-Jajajaja… Nee, si yo tuviera que participar también en esa guerra…
-Si eso pasara entonces seriamos aliados ¿no? En lo personal no tengo algún deseo concreto que me pueda cumplir una cosa como “El Santo Grial”, solo quiero que todo pase sin mayor percance.

Digo sin preocupación alguna y mi respuesta parece relajar a Tsubaki ya que vuelve a sonreír como usualmente lo hace pero hace algo que no esperaba, se quita su collar favorito y me lo pone en las manos.

-En ese caso prométeme que pase lo que pase cumplirás tu promesa
-¿Eh? ¡No necesitas entregarme el único recuerdo de tu padre para hacer esa promesa!
-No importa, sé que en tus manos estará bien cuidado

Tsubaki cuelga el collar en mi cuello para asegurarse de que acepte aquel collar con esa hermosa gema roja que le regaló su padre cuando éramos pequeños y se aleja de mí con una sonrisa. Llegamos a su casa donde veo que entre y me retiro luego de ver que se despide ondeando su brazo. Ya comienza a cambiar el color de la luz del sol, señal de que está atardeciendo así que apresuro el paso para llegar a la casa antes de que empiece a oscurecer.
Llego a mi casa sin contratiempos y me quito los zapatos en la entrada, veo los zapatos de mis padres así que ambos deben estar en casa.

-¡Ya llegué!

Grito de una forma monótona para anunciarles a mis padres de mi llegada, aprendí a hacerlo porque mi madre a veces se olvida de que tiene un hijo en casa y los encuentro en situaciones un tanto incómodas para mí. He escuchado de compañeros que han encontrado cosas peores… pero aun así, no quiero ser uno de esos así que prefiero anunciar mi llegada para evitarme cualquier incidente de ese estilo. Por el contrario, cada que llego--

-¡Giiiin-chaaaan!

Mi madre aparece de la nada y me abraza fuertemente a su pecho, casi asfixiandome en el proceso por lo que tengo que mover los brazos desesperadamente y tratar de liberarme de su abrazo mortal antes de perder el conocimiento y finalmente poder recuperar el aliento.

-*huf* *huf* ¡¿Qué crees que estás haciendo okaa-san, pudiste haberme asfixiado?!
-Es quee… ¡Eres tan lindo Gin-chaaan! ¡Te pareces tanto a tu padre que no lo puedo evitar!
-Hablando de mi padre, ¿Dónde está? Tengo algo importante que decirle
-¡¿Ehhhh, acaso tu madre Gin-chan prefiere a su padre más que a su madre?! ¡Voy a llorar!
-No es eso okaasan, se trata del gremio de hechiceros…

Tan pronto digo eso, mi madre pone una cara triste y baja la mirada, creo que con eso entendió a que me refería y simplemente asintió con la cabeza así que me di la vuelta al pasillo para dirigirme al dojo donde mi padre mas probablemente debe estar cuando mi madre se me cuelga de los hombros desde atrás de mi.

-¡NOOO GIIIIINNN! ¡No quiero que participes en ese evento tan peligroso! ¡Buaaaaa!

Simplemente camino con todo y el peso de mi madre en la espalda, hay ratos en los que a veces mi propia madre me sorprende siendo tan infantil… Logro llegar hasta el dojo y encuentro a mi padre cuya meditación es interrumpida por el berrinche de mi madre y me ve con una cara de lo que podría ser descrito como pena ajena.

-¿Qué sucede hijo, porque tanto alboroto?
-Es que llegó esto…

Le entrego la carta a mi padre, la cual está cerrada con un sello distintivo de la asociación de hechiceros, los cuales están creados para que sólo una persona, su destinatario, sea capaz de abrirla, esto para evitar que la información sea revelada a terceros sin autorización del destinatario.

-Oh… así que finalmente ha llegado el momento…

Dice mi padre con un tono bastante serio mientras toma la carta de mis manos, pone su dedo en el sello y puedo sentir como un pequeño flujo de od es transmitido de su dedo al sello, el cual se parte en dos y la carta se abre al instante. Mi padre comienza a leer la carta y suspira bajando la mirada.

-Tal parece que hoy mismo tendremos que llevar a cabo el ritual de convocación para tu ‘Servant’…
-Ya veo, entonces si tendré que participar ¿No es así?
-Me temo que sí hijo

Al escuchar eso mi madre rompe en un llanto descontrolado y no puedo más que taparme los oídos porque de lo contrario creo que quedaré sordo. Mi padre quita a mi madre de mis hombros y se la lleva en sus brazos y ella se aferra a su kimono de entrenamiento y entierra su cara mientras sigue llorando. Yo solo me quedo ahí parado viendo al vacío, sin poder creer que realmente tendré que participar en tan despreciable evento…

El reloj marca las 2 en punto de la madrugada, siguiendo las instrucciones de mi padre, uso su taller en el sótano como lugar para la invocación, la insignia mágica ya está dibujada en el suelo con mi propia sangre, pongo mis manos en el aire por encima de la insignia y comienzo a visualizar el flujo del od que recorre mi cuerpo, moldeándolo y depositándolo en la insignia, así que solo queda recitar el encantamiento:

-Oh, ser supremo que resides en el otro lado
Asiste al llamado de aquél que te invoca
Yo soy aquél que ha de castigar a los injustos
Si te sometes a ésta voluntad regresa a éste lado
Te comando a levantarte y usar tu espada nuevamente
Conviértete en el instrumento que me guíe a la victoria
Conviértete… ¡en el martillo de la justicia!

Mientras recito los versos, un brillo rojizo es emitido de mi antebrazo y una figura aparece ahí, se ve como si fuera un tatuaje tribal que parecería la cabeza de un dragón vista desde el frente y aunque siento una comezón donde aparece la marca, no es suficiente para distraerme de la invocación, pero noto algo curioso, incluso el collar que me dio Tsubaki en la tarde comienza a brillar y parece resonar con la insignia en el suelo. Un brillo cegador ilumina el cuarto y apenas logro distinguir una silueta saliendo del suelo mismo por lo que tengo que poner una mano frente a mis ojos para no ser lastimado por el brillo. El brillo disminuye cuando el cuerpo ya está prácticamente fuera de la insignia y aparece un hombre de unos 187cm de alto con una gabardina roja frente a mí, parado con una mano en la cintura.

-Servant Archer ha asistido a tu llamado. ¿Te pregunto, eres tú mi ‘Master’?
-Así es y mi nombre es Gin Tenkei, espero que podamos llevarnos bien

Le estiro mi brazo para estrechar manos y Archer parece verme como extrañado del gesto y luego estira su brazo para estrechar mi mano también mientras baja la cabeza y sonríe con los ojos cerrados.

-Vaya, vaya… parece que me he vuelto a involucrar con un maestro raro.
-¿Ehhhh? ¿Así que no estás conforme con tu maestro?

Digo irritado, ¡ni siquiera hemos terminado las presentaciones y ya se toma suficiente confianza de llamarme raro! Creo que no nos llevaremos del todo bien después de todo…

-Jajajaja, disculpa, no lo dije en ese sentido. Parece que no eres tan mal mago para haberme podido invocar sin cansarte en el proceso. También espero que nos llevemos bien.

Después del comentario que hizo, no sé si lo último sólo fue sarcasmo o realmente siente eso… en fin, mañana me preocuparé por ello, ahora ya es tarde así que debo irme a dormir o Tsubaki me regañará por la mañana… de nuevo.

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